En la parte baja de la Mezquita-Catedral nos topamos con el Puente Romano.
Según la rebasamos , a nuestra derecha y a espaldas del Obispado, nos podemos parar a ver uno de los triunfos de esta ciudad , el Triunfo de San Rafael y la Puerta del Puente.
Desde su terraza los atardeceres son una pasada y las vistas no nos dejarán indiferentes.
La Puerta del Puente, levantada en la zona en la que antiguamente había una puerta de la época romana y que marca el acceso al puente, es sus tiempos también romano.
El puente construido en tiempos del emperador Augusto (siglo l d. de C.), para dar acceso a la Vía Augusta; ya en nuestros tiempos ha sido declarada Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento el 04 de junio de 1931.
La torre de la Calahorra , en el otro extremo del puente, baluarte árabe que reconstruyeron los cristianos, alberga el Museo de la Ciudad, una exposición que muestra las tres culturas que convivieron en Córdoba.
Ya al final del puente, seguimos paseando hasta llegar al siguiente puente que cruzaremos por el Puente de Miraflores para desembocar en la calle de San Frenando. La Plaza del Potro lo tenemos al lado pero nos dirijamos a la iglesia de San Francisco y San Eulogio.
La iglesia de San Francisco y San Eulogio, posee una importante colección de pinturas de artistas cordobeses del Siglo XVIII.
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