Su nombre, Santa María de la Flor, en alusión al lirio, símbolo del antiguo pueblo llamado Fiorenza, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1982 ya que se encuentra dentro de la declaración del Centro histórico de Florencia.
Destacar la cúpula de Brunelleschi no es decir nada nuevo, pero ahí está, con la grandiosidad de esa estructura de 100 metros de altura interior, 114,5 metros de altura exterior, 45,5 metros de diámetro exterior y 41 metros de diámetro interior.
Es de justicia añadir a la majestuosidad de la plaza, además del Duomo, el campanario de Giotto (con 82 m. de altura) y el baptisterio de San Juan; este conjunto forma una de las joyas artísticas más importantes de la arquitectónicas de Florencia.
Destacar la cúpula de Brunelleschi no es decir nada nuevo, pero ahí está, con la grandiosidad de esa estructura de 100 metros de altura interior, 114,5 metros de altura exterior, 45,5 metros de diámetro exterior y 41 metros de diámetro interior.
Está coronada por una gran linterna, cuya construcción se inicia unos meses antes de su muerte, en 1446. Finalmente fue completada por su amigo Michelozzo en 1461.
El tejado cónico, fue rematado por Verrocchio en 1469, con una capa de cobre y una cruz que contenía reliquias. Éste utilizó una grúa especialmente diseñada por Leonardo da Vinci.La cúpula es uno de los monumentos que, desde su construcción, ha sido considerado como perfecto.
La fachada fue diseñada por Arnolfo di Cambio y atribuida a Giotto, no obstante se debe al esfuerzo colectivo de varios artistas, entre ellos Andrea Orcagna y Taddeo Gaddi. En 1587-1588 el arquitecto de corte de los Médici Bernardo Buontalenti, la demolió por orden del Gran Duque Francisco I de Médicis, ya que parecía no estar de moda en los tiempos del Renacimiento. Algunas de las esculturas originales se muestran en el Museo de la Ópera del Duomo, en el Museo de Berlín y en el Louvre.
El concurso para una nueva fachada terminó con un gran escándalo de corrupción y estuvo descubierta hasta el siglo XIX. En 1864 gana el concurso Emilio de Fabris con un diseño Neogótico, en mármoles blancos, verdes y rosas, un diseño en armonía con el campanario de Giotto y el baptisterio.
La tres puertas de bronce adornadas con escenas de la vida de la Virgen, encima de ellas los mosaicos de las lunetas diseñados por Niccoló Barabino, representan la Caridad entre los fundadores de instituciones filantrópicas Florentinas, Cristo en el trono con María y Juan Bautista. El frontispicio encima del portal central contiene un medio relieve de Tito Sarrocchi y representa a María entronizada empuñando un cetro floreado.
Encima de la fachada hay una serie de nichos con los doce Apóstoles y, en el centro, la Virgen con Niño. Entre el rosetón y el tímpano hay una galería con los bustos de grandes artistas florentinos.
Y como olvidar los frescos del techo en el interior de Catedral, el Juicio Final, obra de Giorgio Vasari principalmente, sus 3.600 metros cuadrados de pintura son algo más que grandioso. Giorgio Vasari estuvo trabajando en ella desde 1569 hasta 1574, año de su muerte y retoman su trabajo Federico Zuccaro con ayuda de Domenico Cresti, entre otros.... un reflejo de Dante y la Divina Comedia.
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