La Basílica de Sant Agostino, encajonada entre varias calles, una quizás de las grandes desconocidas de Roma, y dado el arte que atesora, bajo mi punto de vista desde luego no debería serlo en absoluto.
Más tarde me enteraría que en este mismo lugar también se encuentra la Biblioteca Angélica, ahora perteneciente al Estado Italiano.
Su ubicación en su día era para facilitar el camino a los peregrinos que se dirigen al Vaticano, ya que Via Papalis es una de los caminos recorridos por el Papa y su corte durante la ceremonia de la toma de posesión que sigue a su elección.
San Agostino es una iglesia renacentista, y en su interior la cantidad de piezas a destacar es soberbia, entre otras una estatua de la Virgen embarazada, de Jacopo Sansovivo, la Virgen de Loreto de Caravaggio, el altar con ángeles de Bernini, entre otros pero sobre todo los preciosos frescos de Rafael y Caravaggio.
En la tercera capilla una "Madonna col Bambino e Sant'Anna" (Virgen con el Niño y Santa Ana) de Andrea Sansovino, y encima está representado el "Profeta Isaías", obra del gran Raffaello, inspirada en las poderosas figuras sistinas de otro gigante del arte, Michelangelo.
Durante el recorrido no dejaremos de admirar su singularidad y belleza extrema, en realidad una vista más de la muchas que hay en Roma que no te dejarán indiferente. El paseo entre las diferentes capillas es realmente una gozada.
Entres sus muchos tesoros, la tumba de santa Mónica, madre de san Agustín, la de Fiammetta, amante de César Borgia y famosa cortesana y la de Contessina de Médici, hija menor de Lorenzo el Magnífico y posible enamorada de Miguel Ángel. Si te ha gustado, o deseas ver alguna más de mis entradas u etiquetas publicadas hasta el momento, puedes hacerlo en :MIMUNDOTUMUNDOELDETODOS https://veiga-confurco.blogspot.com/
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