Vila Nova de Gaia, nace como tal el 20 de junio de 1834, un beneficio ganado al finalizar de las guerras liberales, y adquirir la autonomía política con la unión de Gaia y Vila Nova en un solo municipio.
Que la historia de las dos orillas está estrechamente ligada a sus puentes es algo evidente, y muestra de ello son las continuas creaciones que han ido surgiendo en el trascurso del tiempo.
Si buceas un poco en su historia, esta nos dice que Ponte Pênsil, terminado en 1843 es la primera conexión permanente. En 1877 se inauguró el primer ferrocarril que cruza a la margen norte con el puente Maria Pia. La construcción del Puente Don Luis I fue terminada en 1886. En 1963 el Puente de Arrábida se puso en funcionamiento. El Ponte do Freixo completado en 1995 y el Puente do Infante en 2003 son los cruces más recientes para servir al municipio.
Desplazarte a esta localidad y de forma sencila es cruzar andando el afamado puente de Dom Luiz I, hecho lo cual y adentrarte en Vila Nova da Gaia es algo sencillo pero que no te debes perder, pasear por la orilla del río, dar un paseo en barco, visitar algunas de sus bodegas, degustar in situ un vino con denominación de origen de Oporto, sencillamente una gozada.....
Pasear y ver sus famosos rabelos ( barcos de madera que abunda por todo el río) que se utizan o utilizaban para transportar el vino, navegando por la infinidad del Duero, o varados y contemplar Oporto, es sencillamente una maravilla. Una maravilla que te invita al relax y a la vida contemplativa, puro placer con semejantes panorámicas.
Si pasear y disfrutar de la ribera en ambos márgenes del río es un placer, adentrarse en el pueblo y sus bodegas es algo que os recomiendo. Deja un hueco y aprovéchalo, merece mucho la pena.
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