ROMA: MOISÉS Y LA BASÍLICA DE SAN PIETRO IN VINCOLI.

La basílica de San Pietro in u ad Vincoli, San Pedro encadenado, es una de las visitas de obligado cumplimiento si deseas conocer la grandeza de Roma.
En su interior además del mausoleo del papa Julio II,  se encuentra uno de los grandes iconos del arte, la afamada escultura del Moisés del gran Michelangelo Buonarroti.
La basílica , construida a mediados del siglo V, estaba dedicada a la custodia de las cadenas con las que en su día ataron a San Pedro durante su encarcelamiento en Jerusalén, regaladas por Eudoxia, esposa de Valentitiano III, al papá León I el Magno.
En la actualidad se exponen en un relicario ubicado debajo del altar mayor.
La basílica está formado por una planta de dos naves, con tres ábsides divididos por columnas de estilo dórico, bóvedas de crucería, techo panelado de la nave central y los frescos de Giovaani Battista Parodi, que nos muestran el Milagro de las cadenas. 
Pero ahí no acaba todo, también hay lienzos de Guerciano dedicados a Santa Augustina y Santa Margarita, el monumento diseñado por Domenichino dedicado al cardenal Girolamo Agucchi y además su fresco de la liberación de San Pedro, en la sacristía, retablos etc...obras de Nicolás de Cusa, Andrea Bregno y Antonio Pollaiuolo.
Y como no, la gran obra de la basílica, Moisés, concebido como parte del monumento funerario del papa Julio II. Sus 47 estatuas lo convierten en el núcleo de la tumba del papa.
A Moisés lo representa con cuernos, algo común en la iconografia del Renacimiento, una similitud del hebreo entre rayo y cuerno, esculpir unos cuernos es mucho más concreto que esculpir luz abstracta, y aquellos que lo vieran lo entenderían como el resplandor de la cara de Moisés, y no como cuernos.
Diseñado para ser visto desde abajo, equilibrado por otras siete enormes formas de temática similar, el líder de Israel sentado, con las Tablas de la Ley, debajo del brazo, mientras que con la otra mano acaricia los rizos de su barba, una cabeza vuelta, semejando un momento de ira que se refleja también en la poderosa constitución de la estatua y en sus ojos.

Y más cositas que podremos disfrutar deambulando por la basílica.
Espero y deseo que te haya gustado, realmente es un lugar especial, quizás un poco complicado de encontrar y no siempre abierto para ver.  Indicar que se encuentra muy cerca de Santa María la Mayor,  si tomas Via Cavour llegas sin ningún contratiempo,  unas escalinata a  tu izquierda , te lleva directamente a la plaza donde se encuentra nuestro destino.
Si lo haces desde la zona del coliseo, que también está muy cerca, Via della Sale te lleva directamente o , puedes hacerlo por Via degli Annibaldi que desemboca en Vía Cavour y la referencia de las escaleras es la misma, en este caso,  a nuestra derecha.



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