Los Museos Capitolinos, están formados por el Palacio de los Conservadores (Palazzo dei Conservatori) y el Palacio Nuevo (Palazzo Nuovo), ambos edificios están situados en la plaza del Campidoglio (Capitolio), en edificios enfrentados y un tercero es el que cierra la plaza.
Toda la vista la haremos por sus pasillos interiores, no se sale al exterior.
Si su creación se debe la Papa Sixto IV, la realidad es que fiueron abiertos al público por expreso deseo del Papa Clemente XII en 1734, ampliado por Benedicto XIV, quien inauguró la Pinacoteca Capitolina, después de las adquisición de colecciones privadas de la familia Sacchetti y de la familia Pio.
Las excavaciones dirigidas tras la unificación de Italia para la capitalidad de Roma extrajeron grandes cantidades de nuevos objetos que, una vez recogidos en el Almacén Arqueológico Comunal, después llamado Antiquarium ('Anticuario'), fueron parcialmente expuestos en los Capitolinos.
En sus interiores el símbolo de la ciudad, el bronce de la Luperca o Loba Capitolina, escultura que durante mucho tiempo se pensó que era una obra etrusca del siglo V a. C. y recientemente se ha datado del siglo XII d. C.
Pero no nos podemos quedar solo con esta obra, lo que si existe en este museo es una cantidad muy importante de ellos. Recorrer sus galerías es un auténtico gustazo. Contemplar el Niño de la espina..
A marforio.
A Galata moribundo.
La estatua ecuestre de Marco Aurelio.
La Venús del capitolino.
La vieja borracha.
Pinturas muy importanes, entre otras La Buenaventura de Cravaggio.......
Y como olvidarnos de la grandiosidad de sus bustos y estatuas, algo grandioso durante todo el recorrido. Se necesitaría un tiempo no cuantificado para poder admirar con detalle la cantidad de figuras, estatuas etc... que existen en este museo.
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