Santa Maria della Pace («Santa María de la Paz»), no muy lejos de la plaza Navona, construido sobre los cimientos de otra iglesia por el papa Sixto IV, fue consagrada a la Virgen María por un milagro y, atribuida a Baccio Pontelli.
Su fachada barroca está ideado para simular un escenario teatral, de forma semicircular con columnas dóricas pareadas, llena una pequeña plaza en la que, en su momento, varias casas tuvieron que ser demolidas para poder encuadrar esta pequeña pero gran edificación.
Iglesia muy singular, tanto por su ubicación como por su contenido, desde plaza Navona y disponemos de un momento, no nos deberíamos perder el poder contemplar la obra de varios artistas de renombre que cohabitan es este templo.
El claustro de Bramante su primera obra, consta de dos plantas, en la que aparecen los cuatro órdenes de la antigüedad (toscano, dórico, jónico y corintio) superpuestos, carece casi de decoración.
Carlo Maderno diseñó el altar mayor para enmarcar la venerable imagen de la Virgen y el Niño. Rafael comenzó a pintar las cuatro Sibilas sobre la entrada con arco, la capilla Cesi, fue diseñada por Antonio da Sangallo el Joven y la Creación de Eva y el Pecado original por Rosso Fiorentino. La capilla Ponzetti con frescos renacentistas de Baldassarre Peruzzi, la segunda capilla dorada con mármoles de las ruinas del templo de Júpiter Capitolino. La tribuna con pinturas de Carlo Maratta, Peruzzi, Orazio Gentileschi, Francesco Albani .....
A la salida podemos seguir disfrutando de la zona, es sus proximidades además de un singular callejeo podemos disfrutar de una gran monumentalidad.
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