Independientemente de creencias religiones, visitar Roma y no hacerlo a los museos Vaticanos....bueno para gustos colores pero que merece la pena, por descontado.
Durante el recorrido visitarás una serie de galerías y estancias de un valor artístico incalculable, propiedad de la Iglesia y accesibles al público, claro está previo pago de tu entrada. Los recorridos suelen variar cada cierto tiempo, entiendo que por motivos de acondicionamiento.
Durante el recorrido visitarás una serie de galerías y estancias de un valor artístico incalculable, propiedad de la Iglesia y accesibles al público, claro está previo pago de tu entrada. Los recorridos suelen variar cada cierto tiempo, entiendo que por motivos de acondicionamiento.
Sus orígenes son obra del cardenal Giuliano della Rovere y sus colecciones privadas, ya papá en 1503, como Julio II, trasladó su colección al patio del Palacio Belvedere de Inocencio VIII. Un gran jardín decorado con a esculturas, hoy Patio Octógono: entre otros el Apolo de Belvedere, la Venus Feliz, el Río Nilo, el Río Tíber, la Ariadna dormida , el grupo de Laocoonte y sus hijos, quizás la más famosa de las esculturas, encontrada el 14 de enero de 1506 en la Domus Aurea de Nerón, en la colina romana del Esquilino,
Ya con los años se construyeron nuevos edificios, pasadizos y galerías que los unían y, con el paso del tiempo se fueron desarrollando y ampliando hasta formar los actuales museos.
Y estos museos fueron creciendo y creciendo, en parte, gracias a la tradición de las grandes familias italianas de hacer colecciones, con miembros que acababan como cardenales o en el pontificado. También, gracias a los tesoros de las catacumbas romanas, las obras de la Basílica de San Pedro, de San Juan de Letrán. y a las excavaciones arqueológicas realizadas en suelo romano del Vaticano, ocupado antaño por etruscos y por el Imperio romano.
En 1447 con el papa Nicolás V, encargó al arquitecto Bernardo Rossellino la nueva basílica de San Pedro, a Fra Angelico la decoración de la capilla Nicolina.
Sixto IV, en 1471, hizo construir una nueva capilla , la primera capillala Sixtina, con decoración entre otros de Sandro Botticelli y Pietro Perugino.
Ya con los años se construyeron nuevos edificios, pasadizos y galerías que los unían y, con el paso del tiempo se fueron desarrollando y ampliando hasta formar los actuales museos.
Y estos museos fueron creciendo y creciendo, en parte, gracias a la tradición de las grandes familias italianas de hacer colecciones, con miembros que acababan como cardenales o en el pontificado. También, gracias a los tesoros de las catacumbas romanas, las obras de la Basílica de San Pedro, de San Juan de Letrán. y a las excavaciones arqueológicas realizadas en suelo romano del Vaticano, ocupado antaño por etruscos y por el Imperio romano.
Sixto IV, en 1471, hizo construir una nueva capilla , la primera capillala Sixtina, con decoración entre otros de Sandro Botticelli y Pietro Perugino.
Y así durante siglos, Benedicto XIV en el año 1740, reorganizó las nuevas salas de los museos y Clemente XIV. después los museos Pio-Clementino. Pío XI en 1932 abrió la Pinacoteca, en la que expuso cuadros sustraídos por Napoleón con el Tratado de Tolentino. Se fundó además el museo Misionero-Etnológico (Pío XI, 1927).
Unas décadas después se trasladaron al Vaticano las antiguas colecciones lateranenses: los museos Gregoriano Profano y Pío Cristiano (1970) y el Museo Misionero-Etnológico (1973), con los nuevos criterios de renovación del Concilio Vaticano II, en 1973, se fundó la colección de Arte Religioso Moderno bajo el pontificado de Pablo VI así como también el Museo de las Carrozas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario