San Ignacio de Loyola es una iglesia fundada por la Compañía de Jesús, una iglesia que bajo mi más humilde parecer, está hecha a imagen y semejanza del Gesú.
Si antes has visitado el Gesú, en Roma, durante gran parte del recorrido por San Ignacio de Loyola, la distribución, imágenes y sobre todo los techos, te harán recordar al Gesú.
Una vez has accedidos a su interior, una gran sala te da la bienvenida; a esta sala la rodean tres capillas en cada uno de sus dos laterales y la da forma un gran crucero en forma de cruz latina.
Las capillas, todas son de techo plano, a excepción de las del presbiterio que lo tienen de forma ovalada.
La bóveda de la nave central y sus techo son obra de Andrea del Pozzo, quizás y de entrada sea lo más sorprendente o que más os llame la atención.
El maestro, que además de pintor era arquitecto y diseñador, en estos techos además de su depurada técnica, intenta y provoca unos efectos ópticos particularmente sorprendentes. Sensaciones que te sorprenderán muy gratamente y que te invito a contemplar sin prisas... profundidad, lejanía, líneas en techos planos.....
El Fresco de la Apoteosis de San Ignacio o La gloria de san Ignacio (Alegoría de la obra misionera de los jesuitas), con 17 metros de diámetro, semeja una azotea adornada por estatuas y guerreros victoriosos, que sustituyen a los evangelistas, un símbolo del modernismo que del Pozzo imprime a sus obras frente a los pilares de la doctrina eclesial vigentes es ese momento.
La sucesión de detalles es imágenes es constante, debes prestar atención, es de fácil recorrido pero su singularidad está fuera de duda. Ángeles, paneles, relieves, capillas, bóvedas y linternas.....
Si te gusta la entrada y deseas ver algunos de mis temas relacionados, puedes hacerlo visitando mi blog:
Mientas tanto sigue disfrutando de imágenes de sus imágenes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario