Esta visita se realiza un día de verano, con un calor nada despreciable, que mejor destino que una zona de bosque y agua.
Salimos de la localidad de O Carballiño, provincia de Ourense, tomamos la OU-902 de Ourense a Santiago, pasados unos 35-40 minutos tomamos la salida de Silleda, si haces la ruta dese Santiago lo puedes hacer en el pueblo de A Bandeira, en breve aparecen las señales indicando a Fervenza do Toxa.
En nuestro caso y ya dentro de Silleda son numerosas las indicaciones a nuestro destino……paciencia y como siempre prudencia, zona rural, ganado suelto, el día a día de las personas, tractores, actividades agrícolas…..
Con el coche aparcado en un recinto perfectamente delimitado a tal efecto, comenzamos a caminar siguiendo las indicaciones. No tienes pérdida ....... a la ida es un recorrido en continuo descenso, el regreso se las trae. Muy recomendable calzado cómodo y que sujete el pie, transitamos por senderos que a pesar de estar muy bien acondicionados, están bacheados, con raíces, lo fácil es sufrir una torcedura ….y ya en la base, lo más seguro es tener la tentación de subirse a las rocas para ver las pozas y el paisaje.
"A Fervenza do Río Toxa", un salto de agua con una altura de unos 30 metros, lo convierten en la cascada más alta de Galicia (en caída libre), el agua que cae es la del río Toxa, afluente del Deza, que llega a la zona por un paraje abrupto y granítico, rodeado de naturaleza y encajado entre rocas.
En la base de la caída se forma una poza, no demasiado profunda, rodeada de granito, formado una especie de circo lleno de cambios de luz y sonido, un lugar idílico, que invita al reposo y la meditación, bonito escaparate para un tentempié . 
Ya la posible siguiente ruta es tratar de seguir el cauce del Río, de ahí lo aconsejable del calzado cómodo; si te atreves a saltar y transitar entre rocas debes conocer tu pericia, no lo aconsejo y si acaso en verano: rocas húmedas y resbaladizas. Si puedes seguir los senderos disfrutarás igualmente las vistas y el entorno………..en mi caso y en verano, el chapuzón es un rito de obligado cumplimiento después de un día tan caluroso, el frescor de sus aguas te dejan nuevo. 
Regresamos al punto de partida y, no sin esfuerzo(el ascenso se las trae) nos dirigimos a sus miradores. Cuidado con el vértigo, la altura es importante, toca disfrutar de la cascada a vista de pájaro y en el horizonte la Comarca del Deza.
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