Para llegar a ella, en nuestro caso lo hicimos desde la plaza de la República, por Via Nzzionale, después de visitar San Vitale y al salir en la misma esquina del Palacio de Exposiciones, se gira por Vía Milano, pasando por debajo del túnel del Traforo y, mismo a la salida, esquina con el edificio del Messagero, giramos por Vía in Arcione para desembocamos en Vía del Lavatore. Una gozada de calle con terrazas, mercadillos, tiendas, pizzerias....y cuando menos te los esperas Zhassss !!!!!, te topas con la Fontana y el bullicio de gente, algo habitual pases a la hora que pases.
Un poco de historia, la Fontana es fruto de un concurso que convoca el papa Clemente XII ( lo habitual durante el Barroco para restaurar o rediseñar edificios, fuentes etc.), da el encargo a Nicola Salvi, que por cierto, no había ganado el concurso. Los trabajos empezaron en 1732 y terminaron en 1762, Salvi murió en 1751 y la termina en 1762 Giuseppe Pannini.
Una leyenda dice, que los visitantes que arrojan una moneda a la fuente aseguran su regreso a Roma. Otra versión, es que trae suerte arrojar tres monedas con la mano derecha por encima del hombro izquierdo a la fuente o beber agua en su fuentecilla lateral......Con leyendas o sin ellas, la verdad es que se trata de un lugar que no se debe uno perder si se vista Roma.
Y ya que nos encontramos en la zona, no nos deberíamos perder una vista al Oratorio del Santissimo Sacramento al Tritone (conocido como Oratorio dell’Angelo Custode) en la Piazza Poli nº 11, que va salir a la Via del Tritone, donde nos topamos con el Oratorio de la vecina Iglesia Parroquial de Santa Maria in Vía, . Y en la misma esquina por donde hemos accedido a la fontana se encuentra la iglesia de San Vicente y Anastasio a la que pertenecen las fotos anteriores. Las vistas desde sus ecaleras si hay mucha gente en la Fontana son espectaculares.
Buena entrada Julio
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