Abandonamos la Saint Chapelle, y en la misma acera y casi al lado, nos topamos con la Conciergerie o Palais de la Cité. Un histórico de París que ocupa el muelle del Reloj, en la Isla de la Cité. Residencia de los reyes de Francia de los siglos X al XIV, convertido en prisión del Estado en 1392, tras el abandono del palacio por parte de Carlos V y sus sucesores.
La prisión ocupaba la planta baja del edificio que bordea el muelle del Reloj y las dos torres: los pisos superiores estaban reservados al Parlamento. La Conciergerie o vivienda del conserje o, prisión en la cual él vigilaba a los prisioneros. El conserje estaba a cargo de las llaves del Palacio Real y de las velas y cirios del alumbrado.
Considerada, durante la era del Terror, como la antecámara de la muerte, pocos fueron los que pudieron salir libres de la misma.
La celda de María Antonieta, una de las ilustres que pasó por sus instalaciones, estaba instalada en la antigua sala de reunión de los carceleros; humilde con un catre, un sillón de caña, dos sillas y una mesa.
Al lado de la pequeña capilla real, Maximilien Robespierre pasó sus últimas horas.
A la salida y en la misma acera, el Palacio de Justicia, sede del Tribunal revolucionario desde el 10 de marzo de 1793 al 31 de mayo de 1795, adquirió una nueva dimensión política y social durante la Restauración. Durante el reinado de Luis XVIII y Carlos X los debates judiciales se superponían a los debates parlamentarios.crecimiento.
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